4 fases de un proyecto de Gamificación

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Las 4 fases esenciales de un proyecto de Gamificación

En artículos previos ya vimos los factores que han impulsado la gamificación en el entorno empresarial y también las claves imprescindibles para diseñar un proyecto gamificado. En este post nos centraremos en las cuatro fases que estructuran cualquier estrategia de gamificación, conocidas también como el “Player Journey”.

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Entender estas fases es fundamental porque determinan cómo evoluciona la experiencia del usuario y qué tan sostenible será su motivación durante todo el recorrido.

Las etapas de un proyecto de gamificación

1. Descubrimiento (Discovery)

Es el momento en que el usuario conoce la existencia del proyecto. Descubrirlo no garantiza que lo adopte: aquí el reto es captar su curiosidad y despertar la motivación suficiente para que dé el primer paso. Esta fase concluye cuando decide probar la solución o participar activamente.

2. Onboarding (Abordaje)

Aquí comienza la curva de aprendizaje. El usuario debe comprender poco a poco las reglas, mecánicas y objetivos. Es una fase crítica: si se siente perdido, abandonará; si entiende el sistema y percibe progreso, continuará. Aplicar First Time User Experience (FTUx) es clave: introducir las funcionalidades paso a paso en lugar de mostrarlas todas de golpe mejora notablemente la retención.

El onboarding termina cuando el jugador está preparado para desenvolverse por sí mismo dentro de la plataforma o dinámica.

fases de un proyecto de gamificación

3. Scaffolding (Acompañamiento)

Es la etapa donde ocurre la verdadera acción: el usuario aplica lo aprendido, avanza en la historia y se enfrenta a retos diseñados para mantenerlo dentro del estado de flujo (Flow Theory). La dificultad debe crecer de forma equilibrada: si es demasiado fácil, se aburre; si es demasiado difícil, se frustra. El éxito de esta fase depende de encontrar ese punto intermedio.

4. Endgame (Cierre)

El usuario llega al final de la experiencia. Si el proyecto tiene un principio y un fin definidos, este debe cerrar con un desenlace memorable: logros alcanzados, recompensas significativas y una conclusión satisfactoria. En cambio, si se trata de un sistema continuo, será clave introducir nuevos niveles, retos y recompensas para prolongar la experiencia.

Muchas veces esta fase se subestima, pero es decisiva: un jugador satisfecho se convierte en embajador natural del proyecto.

Recomendaciones para optimizar todas las fases

► Colaborar con profesionales especializados en gamificación que cuenten con experiencia y casos de éxito.

► Trabajar con una metodología clara y orientada a objetivos, no con juegos prefabricados sin estrategia detrás.

► Recordar que un proyecto de gamificación no es solo un juego: la clave está en aplicar dinámicas lúdicas a situaciones reales.

► Usar plataformas modulares y flexibles que permitan implementar distintas mecánicas sin limitaciones técnicas.

► Mantener siempre el equilibrio del flow, para que la experiencia sea desafiante pero accesible.

► Realizar tests piloto antes del lanzamiento oficial, recogiendo feedback para optimizar la experiencia.

Medir constantemente: contar con analíticas en tiempo real para verificar avances y corregir desviaciones a tiempo.